¿Alguna vez ha sentido el efecto “mariposas en el estómago”? Es una indescriptible emoción al que nos enfrentamos todos y cada uno generalmente en el proceso de enamoramiento, digamos que es ese revoloteo de sentimientos y percepciones que nos recrea una sublime sensación; pues bien estimado lector hago este preámbulo porque como optimista enamorada conocí, aprecié y percibí este efecto mariposa y acá entre nos fue literal, ya que visité el mariposario Lool Ka´an.
Este lugar simula una gran casa que refugia a libres mariposas, en donde las crían en condiciones ambientales muy parecidas a su hábitat natural, no es de extrañar entonces que su nombre signifique flor en el cielo, porque en su interior es posible apreciar un delimitado sendero rodeado de una amplia muestra botánica que en conjunto con dos pequeños estanques ubicados a los costados, recrean un maravilloso paisajismo lleno de arboles, plantas, flores y por su puesto de sus honorables anfitriones: las mariposas.
Lo mejor de todo es el recorrido guiado, porque permite el acercamiento entre visitante y naturaleza, digamos que es tan sublime que conlleva a conocer los diferentes ciclos de vida, brindando la posibilidad de observar y aprender mucho de estos insectos; vaya tuve un esplendida lección de biología donde conocí los pequeñísimos huevecillos amarillos, tan diminutos que debe activar su microscópica visión para poder apreciarlos, porque además están estratégicamente ubicados, como escondidos en las hojas de los arboles. La siguiente etapa de su desarrollo es cuando se convierten en activas orugas, que van de hoja en hoja alimentándose, créame observar su andar es maravilloso al movimiento de su largo cuerpo y aunque quizás no son muy agradables si hacemos de lado los prejuicios nos daremos cuenta de la maravilla natural, esa misma que nos conduce a la siguiente fase cuando se convierte en pupa, es así como da lugar en el cuerpo de la oruga la construcción de la crisálida, una especie de capullo donde ésta permanece refugiada por un tiempo, sin comer ni beber y con una faja de seda alrededor que la protege.
Esta fascinante metamorfosis culmina cuando se vuelven hermosas mariposas. ¡Es un milagroso proceso de transformación que me dejó sorprendida! Para mi buena suerte los amables biólogos guías, me permitieron realizar el proceso de liberación, una experiencia inigualable, cuya sensación te sumerge en un vívido mundo de colores que vuelan y se posan en tus manos. ¡Extraordinario!
Este eco-museo viviente está ubicado en el Barrio de Guadalupe en la calle 47 por 18 y es una sana opción de esparcimiento para toda la familia cuyo costo de entrada es netamente simbólico y donde apreciará un interesantemuestrario de diferentes especies como la falsa monarca, la mariposa cebra, la búho y la espejito cuyos finos diseños de vistosas formas, rayas y colores hacen aun más ameno el recorrido, pero sobre todo nos comparten un espacio donde decenas de mariposas volaran a su alrededor y por su puesto le regalarán un espectáculo para recordar.
No olvide llevar cámara en mano para capturar este natural recorrido, pero sobre todo guarde esta maravillosa experiencia en su mente y corazón con buena disposición, y claro déjese consentir por el mágico mundo de revoloteantes colores.