Oficialmente es bien sabido que el mundo artesanal es tan vasto como las nubes del cielo: sí, dirija su mirada al firmamento y tómese unos minutos para extasiarse con tan sublime acuarela y quizás jugar un poco con las formas y similitudes, le aseguro que se sorprenderá con lo que su creatividad le puede mostrar; de manera parecida es el ámbito artesanal, pues suele ser tan vasto que incluye innumerables estilos, colores, texturas y hasta materiales, convirtiéndose así en una predilecta amenidad de cualquier viajero, porque representa llevarse consigo un pedacito de nuestro anhelado destino.
Situándonos en este contexto, he de compartirle hoy una laboriosa pero magnífica experiencia artesanal. Para ello y sin perder oportunidad alguna, visité el taller de arte en cuerno de toro “Miguel Nadal”, para conocer y valorar este sublime oficio, pero sobre todo para aprender de primera mano esta artística tradición campechana. Le cuento entonces que esta artesanía proviene de antaño y solía realizarse con el caparazón de la tortuga de Carey, esa misma que se obtenía en el litoral campechano, pero que tanto perjudicó al ecosistema y a la especie, por esa razón a principios de los 90´s fue prohibida su adquisición y venta, orillando a los artesanos a buscar un nuevo material con la consistencia ideal para sustituirlo; para nuestra satisfacción, los artistas campechanos tienen esa enorme habilidad de adoptar distintos materiales, plasmar su talento pero sobre todo convertirse en activos promotores medio ambientales ya que reciclan un material que comúnmente se desecharía.
Recuerde siempre que la mejor forma de conocer y valorar cualquier trabajo artesanal es adentrarse en el proceso de elaboración. Y precisamente todo inicia con la elección del cuerno, el mismo que ya ha sido cocido y secado a temperatura ambiente para eliminar cualquier impureza. Observar su rugosa y curva forma es impresionante, porque a simple vista pareciese no tener ninguna utilidad, pero grande es la sorpresa cuando estos cuernos son cortados, lijados y pulidos con una industrial herramienta que permite eliminar cualquier aspereza notoria. Créame es una polvorienta fase, pero a pesar de eso nuestro artesano anfitrión Mario Nadal, demuestra una gran tenacidad para obtener una tersa pieza que es sometida al calor para ablandar su resistente corteza y después prensada para obtener así el grosor deseado de la artesanía a realizar.
Pero eso no es todo, aquí la calidad tiene que ser demostrada y por ello es reiteradamente lijado, tan meticulosamente hasta eliminar cualquier marca o ralladura. Lo sorprendente sin duda fue la amable compañía de pequeñas y admirables artesanas, que empiezan a desarrollar esta grandiosa habilidad, observar sus pequeños dedos al tomar el cuerno y lijarlo entre risas y jugueteos, es un momento único que nos permite aprender que esta artesanía no tiene rango de edad y lo mejor es que se trata de un legado familiar, que se está transmitiendo de generación en generación pero que además se está convirtiendo en un estilo de vida.
La mejor parte es cuando la creatividad se hace presente, entonces se plasma la forma deseada, considerando siempre tamaño, curvas y hasta calado, para proceder así a realizar el corte con un fino arco joyero través de las líneas del trazado. Aquí es donde aplico la frase “zapatero a sus zapatos”, porque en cuestión de minutos obtienen una perfilada y fina pieza, tan sublime que muestra un matiz natural propio, de brillosos y únicos colores, con particulares combinaciones rojizas, blancas y negras que le proporcionan un mérito sin igual, a una infinidad de objetos: collares, aretes, portarretratos, llaveros y un sinfín de adornos.
Lo cierto es que siempre faltarán palabras para poder describir a cabalidad un proceso tan complejo, para poder transmitir esas franca conversación de acumulados recuerdos, atinadas lecciones y hasta anhelos por cumplir; lo mejor será que usted tenga la oportunidad de conocer este noble oficio familiar, con gran tradición y un enorme sentido de pertenencia, que permite que estos artistas fusionan idealmente grandes dosis de creatividad para obtener piezas de extraordinaria calidad.