¡Piensa verde! Estimado lector: con motivo de que este mes se acentúa la gran importancia del medio ambiente en nuestras vidas, les quiero compartir una transversal actividad que romperá con la monotonía no solo del diario vivir, sino incluso le dará un pequeño giro de 90 grados a los recorridos turísticos en nuestra ciudad.
Créame, sí recorrer nuestro centro histórico es ya de por si un deleite, imagínese nada mas el binomio conformado por TURISMO y BICICLETA; sí, nos da nada más y nada menos que una alternativa de movilidad ecológica, económica pero sobre todo dinámica.
Les hablo de una nueva modalidad de conocer sitios turísticos e históricos, llamado “Rodarte” como parte de una iniciativa gubernamental, pero conceptualizado en el ámbito turístico como “cicloturismo”. Ampliamente utilizado y fomentado en el continente europeo, pero que hoy por hoy apuesta con gran determinación para quedarse en nuestro estado. Y como la bici está de moda en todo el mundo, ¡no nos podemos quedar atrás!
Además no hay sensación más fructífera que ser el protagonista de esta beneficiosa experiencia. Querido lector, imagine lo siguiente: domingo por la mañana en el centro histórico de la ciudad de Campeche; sí, emplacémonos en torno al recinto amurallado: visualicemos las empedradas calles libres de tráfico, escuchemos el arrullo de las palomas, sintamos la fresca brisa matutina y para terminar sienta el delicioso aroma de un café recién preparado en un restaurant cercano, recuerde: usted está al manubrio. ¿Se siente el cambio verdad?
Sí esto no es suficiente, agreguemos la eminente valía de encontrar a nuestro paso, los edificios más trascendentes de la vida histórica del estado, sí construcciones de gran valor debido a su antigüedad, estructura y patrimonio. Adicionando como punto final, el relato de leyendas y esquinas totalmente campechanas, lo convierten en un recorrido sin igual.
¡Vaya utopía! Quién pensaría que este ligero medio de transporte, pudiese juntar cultura, salud, educación al medio ambiente y turismo. Ya que están de más los muchos beneficios de la bicicleta a nuestra salud, como la mejoría a nuestro bienestar y ánimo. Si a eso le agregamos un poco de historia y detalles arquitectónicos únicos, créame que es una forma de esparcimiento que vale la pena probar.
Además esta actividad promueve a la bicicleta como un medio eficiente, sencillo y no contaminante, que contribuye a la participación y el intercambio de experiencias vivenciales de encuentro, generando en pocas palabras una nueva y nítida percepción sobre todo en los niños y jóvenes.
Es necesario que cada vez más gente conozca, aprecie y disfrute estos excelentes recorridos de forma sana, deportiva y entretenida, por eso los invito a consolidar esta propuesta cultural, educativa pero sobre todo participativa con el único fin de compartir esta experiencia de diversión turística apta para toda la familia. Me despido con una frase aplicable a este tema “la vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibro hay que seguir pedaleando". ¡Pedaleemos entonces sin parar! Buena semana.
Berenice Ceballos G.