¿Qué ha llegado a su fin este 2013? ¡Qué va! Un año más, un año menos y lo único seguro en esta vida es que el tiempo es un producto no renovable, que sigue su rumbo sin parar y por supuesto que no se detiene por nada ni por nadie; así que como buenos viajeros y en esta época de reflexión, eso es precisamente lo que debemos aprender: seguir nuestra ansiada travesía.
Pero calma, no hemos de apresurarnos tampoco, a veces nuestro andar se torna cansado, brumoso y por qué no hasta quejoso, pero no por ello hemos de olvidar aquellos momentos y detalles que irradian nuestro caminar. Créame, no hay nada más delicioso que despertar y sentir una fresca y agradable mañana mezclada idealmente con los resplandecientes rayos del sol que anuncian los buenos días. He ahí la clave para recorrer y disfrutar cada lugar, cada momento.
Siempre lo he dicho y por mera comparación esos anhelados recorridos deben de figurarse como un gran banquete para cada uno de nuestros sentidos: imagínese nada más poder degustar ligeras y dulces láminas de merengue, realizar una aleccionadora caminata donde observe pequeños cantores de diferentes plumajes, tamaños y hasta colores. Quizá mover sus hombros al compás de un buen danzón o simplemente sentir el arrullo de la brisa marina. Eso, eso es precisamente una pausa para la razón, la intuición y la comprensión, pero sobre todo es una propuesta para encontrarnos con nosotros mismos.
Y en vista de que este 2013 casi se nos acaba, es el momento ideal para renovar nuestras energías, trazar y seguir sólidas metas pero sobre todo dirigirnos hacia confortables destinos. Lo sé, son trilladas frases pero lo que sí he de aprovechar es agradecerle su compañía y por supuesto los minutos que dedica para leer semanalmente este artículo. Ha sido un año lleno de recorridos y aventuras sazonadas con turismo, mucho turismo; donde conocimos privilegiados rincones naturales, distinguidas muestras arquitectónicas, ostentosos toques artísticos y museográficos, vivas tradiciones llenas de ritmo y algarabía y pruebas palpables de la creatividad y laboriosidad de artesanos. Pero sobre todo ha sido un año que nos permitió conocer esos privilegiados rincones campechanos, que desde esta vidriera la vista es formidable y la experiencia sublime. Sigamos entonces, haciendo turismo en nuestro estado y sobre todo iniciemos espectacularmente este 2014.
Berenice Ceballos García.