Berenice Ceballos García.


Porque viajar es la mejor forma de ejercitar la mente... y el corazón.

La original Lotería Campechana

19.08.2013 11:47

Dicta por ahí un coloquial dicho que “adonde quiera que fueras, haz lo que vieras” y más allá de coloquial creo que es universal, como una especie de frase trotamundos que aplica especialmente a los viajeros, porque sí de conocer y descubrir destinos se trata, es esencial entonces vivirlos, experimentarlos a cuenta propia. Es por eso que en esta ocasión, quiero compartirles una de las más arraigadas tradiciones del pueblo campechano, tan arraigada que se niega a desaparecer y que invita a todos los visitantes a disfrutar de aleccionadoras experiencias llenas convivencia sana y  familiar, les hablo entonces de la singular lotería campechana.

Pues bien,  históricamente los juegos de azar siempre han sido parte inherente de toda sociedad y si de pasatiempos y costumbres  hablamos, los campechanos se pintan solos, ya que han logrado a través de generaciones enteras,  preservar esta tradicional y cotidiana  actividad; estimado lector, le pido calma y serenidad, sé que cuando leemos “tradición” y “costumbre” muchas veces vienen a la mente perezosas  y añejas imágenes, pero créame que ésta tradición es un jubiloso festín que agudiza nuestro auditivo sentido, que enlaza amenas charlas sin distinción de edades  y que es tan especial que es necesario observarlo desde todos los ángulos.

 

Es justo decir entonces, que la lotería campechana es una intrigante muestra de habilidades y pericias, porque basta recordar sus noventa numeradas imágenes: símbolos de flora, fauna y cosas en común que transmiten esa gran conectividad con la vida cotidiana; pero eso no es todo,  es significativo resaltar la cantidad de modos de ganar, los hay desde los más sencillos como las líneas horizontales, verticales o diagonales hasta los más complicados como en forma de “tijera” o “cruz”. Además se agregan  una serie de pautas, como formar las figuras del centro a las esquinas. Vaya, vaya  este sí que es un tradicional juego bastante difícil al principio, para novatos como yo, pero suficientemente atrayente para seguir intentándolo.

Cabe resaltar la especial contribución que le dan los abuelitos a este juego. En serio, son como una especie de profesionales en la materia, que me dejaron perpleja al observar la cantidad de cartillas con las que pueden jugar así como  la audacia y animosidad que aplican, en verdad que  admiro esa decidida y gustosa participación por esta actividad ¡Enhorabuena!  De ahí que, no es de extrañarse que esta tradición se mantenga día a día y de generación en generación, por lo que es común observar  a familias y amigos conviviendo franca y espontáneamente  en parques y casas. Conjuntamente, los bocadillos no pueden faltar y hacen aún más típica ésta amena reunión.

En lo personal y para saciar mi curiosidad, intenté probar suerte y grande fue mi sorpresa que iba viento en popa con todas mis fichas. Aún intento descifrar si fue suerte de principiante o en verdad tengo destreza para esto, será el sereno pero aquí comprendí que quizá no soy afortunada en el amor pero sí el juego. ¡Lotería! Sonría, ¡Buena y productiva semana!

Berenice Ceballos García.