Berenice Ceballos García.


Porque viajar es la mejor forma de ejercitar la mente... y el corazón.

Delirante Jazz

01.04.2014 16:00

 

Dicen por ahí que el amor y la música no se ven, pero se sienten y se disfrutan como nada en la vida. ¿Será cierto?  Sin duda, es una frase bastante coloquial, quizá trillada  pero muy acertada, porque nos habla de uno de los medios de expresión más significativos del ser humano, sí, el de  la fusión, sincronización y como resultado la reproducción de sonidos y ritmos que se convierten hoy por hoy, en una bandera universal de gustos, sentimientos y emociones. Es por eso y mucho más, estimado lector, que esta semana quiero compartirle la edición 14 del Festival Internacional de Jazz, un evento  importante en el ámbito cultural pero atrayente como anzuelo para el ámbito turístico.

Lo invito entonces, a utilizar un poquito de imaginación y  poner en mente lo siguiente: un escenario iluminado, unos músicos siguiendo unos arreglos, la armonía de la trompeta,  la nitidez de la guitarra,  la pureza del saxofón y la rudeza de la batería, acompañado al compás de los aplausos del público y por si eso fuera poco, un toque especial  de expresión creativa e ingenio.  ¿Lo visualizó? Sólo pretendo, querido lector, acercarlo al maravilloso, penetrante y ameno mundo del jazz.  Porque fue precisamente,  desde Campeche para el  mundo entero, donde tuvo lugar este espacio de expresión  conformado principalmente por el jazz pero enriquecido por estilos como el folk, los blues y el soul, estilos quizá no tan conocidos o populares en nuestro terruño pero ¡bah! Al fin música,  esa que hace vibrar el alma, que nos desconecta con la cotidianidad y sobre todo que nos permite disfrutar de un momento único.

Hemos de tener presente entonces, que este  es un genero multidisciplinario arropado de  innumerables tendencias y estilos, por lo que el festival ha sido una muestra breve pero jugosa de la capacidad de improvisación y dinamismo de experimentados músicos  que con su iniciativa, pasión y entusiasmo nos han regalado una suculento platillo musical que estimula nuestros perceptivos sentidos y que hoy por hoy, se ha convertido en un género aceptado y querido por los campechanos

Sin duda, este tipo de festivales se convierten en una herramienta más para atraer visitantes,  porque son algo así como una vitrina artística que exhiben manifestaciones culturales, artísticas y específicamente en este caso conciertos musicales, que muestran a personas talentosas, que nos permiten sentir el reflejo de la música en sus cuerpos, pero sobre todo que nos conectan como seres humanos, sin fronteras ni aranceles, y donde propician un ambiente familiar disfrutado por todos. Antes de terminar, no puedo despedirme sin antes compartirle una emotiva y contagiosa frase con la que terminó con broche de oro este Festival Internacional de Jazz: “La música viva siempre es mejor”.

 

Berenice Ceballos García